viernes, 13 de mayo de 2011

Zanetti y la excelencia de la siembra y la cosecha

 Las noches de concentración muestran a un veterano que sobresale del resto por su constante algarabía. Sincero, cordial, espontaneo, amable. Todos los adjetivos detallan a la perfección a Javier Zanetti. Un jugador que hoy ingresa a un reducido grupo; el de unos pocos que tuvieron la suerte de llegar a los 1000 partidos como profesional. ¿Suerte? No. Disciplina dentro y fuera de la cancha, respeto, capacidad de liderazgo, persistente laboriosidad y cientos de detalles que, a largo plazo, suman mucho más que mil.

El difícil mundo del fútbol presenta mucho más de mil ambiciones que llevan a la debacle. La fama promulga ese camino oscuro y con fecha de vencimiento inmediata. Allí, con menos de 20 años, el Pupi Zanetti empezó a forjar los majestuosos mil partidos como profesional que más tarde lograría rebasar. ¿De qué manera se logra eso? Siendo simplemente un juvenil, el actual capitán del Inter se cuidaba como si fuera un veterano. El joven predecía que comiendo sano, durmiendo las horas suficientes y trabajando lo necesario haría la diferencia para entrar al acotado clan de los premiados por los diez centenares de encuentros.

Talleres (RE), Banfield, Inter y la selección argentina. “Yo quiero tener un millón de amigos”, dice Roberto Carlos en su letra, Zanetti sin dudas que lo logró. La misma constancia de siempre, el respeto infranqueable hacia sus pares y, nuevamente, una disciplina que genera idolatría. Mil alegrías apoyadas en 19 años de carrera, decenas de goles y cuantiosos campeonatos; algunas penurias fundadas por dolorosas ausencias en los dos últimos mundiales o por resultados adversos que siempre dejan un gusto amargo.  

Un estilo patente que evidencia su dedicación también adentro del campo. El surco por la banda derecha se convirtió en una loable costumbre. “El tractorcito” lo bautizaron sus compañeros. Su constante dinamismo en el verde césped no permite otro sobrenombre. Mil relevos, mil ajustes, mil ofensivas y de vez en cuando algún gol.

La Fundación Pupi le puso el broche de oro a una carrera que todavía le quedan varios giros. El contrato hasta el 2013 con el Inter y la confirmación para la próxima Copa América lo pronostican: todavía hay Zanetti para rato. El mil, simplemente una pausa para ratificar a un capitán de la vida. Felicitaciones Pupi, tu siembra durante casi dos décadas fue estupenda; tu cosecha será inter,minable. 

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