miércoles, 8 de junio de 2011

Mohamed, el único capaz de ponderar el corazón

Hubo un día en el que el fanatismo rebasó al propio fútbol. La pelota picó una y otra vez, los segundos en el corazón del área se hicieron eternos y un pase intrascendente concluyó la cuestión. Boca y Huracán se enfrentaron en la Bombonera, mientras un desfachatado delantero, plagado de contradicciones, se dirimía entre un gol trascendental y un amor sin fronteras. El sentimiento pudo más y Antonio Mohamed descubrió aquel 27 de octubre de 1991 las fronteras que estaba dispuesto a exceder por adoración a su equipo. Hoy, el destino se la vuelve a dejar picando, del otro lado está su querido Huracán, con el suplicio del descenso golpeando la puerta.

A veces, el destino compone imprevistos que ni el mejor argumentista pensaría en ejecutar.  Así sucede con el Turco Mohamed quien, a dos décadas de aquel legendario episodio, vuelve a llenarse de dicotomías que ni el propio fútbol podrá solucionar. “Me gustaría irme del país por dos horas”, aseguró el entrenador de Independiente, quien en la última fecha enfrentará al Globo de sus amores, determinando la ubicación final del conjunto de Parque Patricios: descenso directo o promoción, ésa es la cuestión.

“Quién me va a hablar a mí de lealtad por Huracán, si nunca te quedó picando en la Bombonera y la tocaste para atrás”, así justificaba Mohamed su trunca definición jugando para Boca. La pelota bollaba, un arquero rendido que miraba absorto y un turco desorientado por la neblina de sus sentimientos daba un pase irrelevante, hacia Diego Latorre, que terminaba en despeje. Un 1 a 1 final disimuló la picardía.

En dos semanas, el Huracán de Roberto Pompei, atormentado por el precipicio del descenso, podría encaminarse directamente a la B Nacional, si es derrotado por Independiente. Dos décadas atrás, Mohamed, desde adentro, mitigó el dolor; hoy, desde afuera, parece más difícil: lograr que el fanatismo supere al propio fútbol aparenta ser posible una sola vez en la vida. Veremos.  

  

1 comentario:

  1. igual me parece que por cómo protestó ante Lanús le pueden llegar a dar dos fechas de suspensión por lo que su deseo de "desaparecer dos horas de la tierra" se le puede cumplir de alguna forma

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